El cambio radical
Decisiones importantes:
Nadie mejor que tú sabe qué es lo que de verdad quieres y hasta dónde estás dispuesta a llegar para conseguirlo. Tienes que ser fuerte, confiar en ti, en tus capacidades, en tu compromiso con tu idea, y plantar cara al miedo y las dudas. Porque no solo tú dudarás de ti y temerás las consecuencias de tus decisiones, los que te rodean, esas personas importantes que forman parte de tu día a día, también intentarán convencerte de que lo que quieres hacer, es una locura.Yo tuve en cuenta todas y cada una de las opiniones y consejos que recibí durante mi embarazo, analicé cada una de esas ideas, las desglosé y planifiqué posibles soluciones.
- Si algo salía mal cuándo dejase la oficina, ¿qué era lo peor que podía pasar? Que no ganase dinero suficiente para mantener nuestra calidad de vida.
- ¿Y qué podía hacer? Tenía 7 años de experiencia como administrativa en una empresa reconocida, podía buscar otro trabajo.
- ¿Y si no encontraba trabajo? Siempre quedaba la opción de recurrir a mi familia hasta encontrar trabajo.
- ¿Y si mi familia no podía ayudarme? Esta posibilidad es remota, ya que tengo la suerte de haber podido contar siempre con mis padres pero… ¿y si esta vez no podían?
- Pues no estaría peor que el resto de españoles que viven con un solo sueldo. Mi marido es funcionario, nos apretaríamos el cinturón hasta que yo encontrase trabajo.
- ¿Y qué haría mientras tanto? Pues disfrutar de mi hijo y buscar otras alternativas para trabajar online desde casa. He estudiado filología, diseño y marketing… ¡seguro que encontraba la forma de sacar provecho a todo lo aprendido!
El momento de la verdad:
Con la decisión ya tomada, empecé a optimizar mi sistema de trabajo. Necesitaba un cambio radical si quería conseguir tener mi proyecto funcionando antes del parto. Y el tiempo jugaba en mi contra si no me ponía las pilas y empezaba a trabajar ya mismo.
- Eliminé todas esas tareas superficiales que no aportaban resultados inmediatos a mi trabajo. Me centré en lo importante y descubrí que es cierto lo que había leído sobre la Ley de Pareto: el 20% de tus acciones son las que te reportan el 80% de tus beneficios. Quédate con lo imprescindible y suelta lastre, no necesitas ser una gran empresa, no eres Coca Cola.
- Focalicé mis esfuerzos en terminar de crear los cursos y ebooks que tenía a medias desde hace tiempo. Necesitaba poner a funcionar esa fuente de ingresos pasivos que llevaba tiempo planificando y que apenas había empezado a ver la luz. Necesitas un sistema que te permita trabajar con piloto automático y te garantice un mínimo de ingresos periódicos, empieza hoy mismo a trabajar en él.
- Hice pequeños sacrificios que afectaron a mi vida social pero hicieron crecer más rápido mi idea de negocio. A veces hay que renunciar a ese café con las amigas, esa noche cine en pareja y el último capítulo de tu serie favorita en Netflix. Tranquila, cuándo el sistema se estabiliza y empieza a funcionar solo, recuperas tu inversión de tiempo.
- Programé las entradas del blog y redes sociales para los 3 primeros meses de vida de mi pequeño. Es una tarea importante pero que no necesitaba de mi presencia directa para darle al botón de publicar o compartir. Esos meses, el tiempo que dedicase a mi negocio, sería para avanzar con los trabajos de diseño y estrategia pendientes. Es importante que seas consciente de qué tareas requieren tu presencia y cuáles puedes automatizar, dejar en stand by o delegar a terceros.
- Cambié mi perfil de cliente ideal. Sí, descubrí que me estaba enfocando a un público que quería resultados dentro de un límite de tiempo que ya no podría cumplir. Mi objetivo con el cambio era poder adaptar mis horarios a los de mi hijo, por eso decidí trabajar con mamás o personas para las que la calidad del resultado fuera más importante que el tiempo de espera y desarrollo. Necesitas encontrar a un cliente con el que te sientas cómoda trabajando, que haya conexión y empatía, verás que los resultados y tu motivación aumentan cuándo lo encuentres.
Encontrando el equilibrio
Y entonces, descubres que este regalo de la vida es lo que has estado esperando todo este tiempo para ponerte las pilas, empezar a trabajar de verdad para cumplir tu sueño y ser lo que llevas años esperando ser.Descubres que tus miedos no eran tan arriesgados y que pocos de ellos llegan a cumplirse. Y los que se cumplen, tienen una solución real y práctica. No te esfuerzas en eliminarlos, sino en aceptarlos, analizarlos, solucionarlos y aprender de ellos.
Disfrutas de tu trabajo porque sabes que eres tú la que lo ha elegido y que una vez apagues el ordenador, terminas hasta el día siguiente. Tú marcas tus horarios y decides cuándo trabajar, dónde y en qué.
Te sientes feliz y realizada, cómoda con tus lectores y clientes que se mueven en la misma vibración que tú. Al fin sabes que has encontrado tu camino después de tanto tiempo y sientes que todo lo que has sacrificado e invertido para encontrarlo, ha merecido la pena.
Y sientes la imperiosa necesidad de compartir con todo el mundo esa experiencia tan enriquecedora que ha cambiado de forma radical tu vida, de hacer entender a otras madres que no necesitan renunciar a sus sueños para ser las mejores mamás del mundo, que encontrar el equilibrio entre su vida personal y profesional es posible. Aunque no sencillo ni rápido.
Estoy muy orgullosa de la decisión que tomé, he aprendido mucho de mis errores y también de mis aciertos. Mi paso de mujer a mujer-mamá me ha abierto los ojos a un nuevo mundo lleno de infinidad de opciones compatibles y he descubierto que si quieres, puedes. No hace falta ser una superwoman ni tener super poderes, tampoco renunciar a nada que consideres importante en tu vida para ser feliz.
Encontrar el equilibrio es posible si es lo que de verdad deseas. Pero tienes que quererlo de verdad porque vas a tener que hacer grandes sacrificios al principio y trabajar mucho hasta tener tu sistema mínimo viable funcionando. Cambiar de mentalidad no es sencillo y no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. Tú eres tu peor enemigo a la hora de cumplir sueños.
Vas a encontrar en tu camino personas negativas, con mentalidad limitante, que tratarán de cortarte las alas. Escúchalas. También aprenderás mucho de ellas, de sus miedos, de sus limitaciones, de su forma de ver la vida. Aprende de ellas, analiza sus miedos y sus dudas, planifica posibles soluciones reales y si tu idea todavía es importante para ti, sigue adelante.
No dejes que las opiniones y experiencias de terceras personas te frenen. Ellas tuvieron su oportunidad de decidir y lo hicieron teniendo en cuenta su propia experiencia, necesidades e intereses. Tú no eres ellas. Cada una de nosotras tenemos unas aspiraciones, capacidades y habilidades distintas que son las que nos hacen únicas y especiales.
Valórate, acepta tus limitaciones y trabaja para superarte cada día. Nadie nace aprendida. Yo no nací sabiendo diseñar, crear una empresa o planificar una estrategia de marketing emocional. He tenido que estudiar, invertir tiempo y recursos en formarme y aprender de cada uno de los errores que he ido cometiendo a lo largo de mi camino.
Ten muy claro que solo tú puedes decidir qué haces con tu vida porque solo tú sabes dónde están tus límites y si estás dispuesta a superarlos. Si eres feliz con lo que tienes ¡enhorabuena! Has encontrado tu felicidad. Pero si sientes que lo que tienes puede mejorar o necesitas cambiarlo para sentirte realizada… ¡no dejes que nada ni nadie marque tus límites y te haga sentir incapaz de conseguirlo!
Habrá tareas aburridas o que no sepas hacer y necesites delegar en otros profesionales, pero al principio, tendrás que hacerlas tú. En mi caso, la contabilidad la delegué casi desde el principio porque era una tarea que me consumía mucho tiempo y me resultaba muy pesada. No olvides ser realista y anotar qué tareas imprescindibles vas a necesitar desarrollar para hacer crecer tu negocio y si te será posible delegarlas o automatizarlas.
No confundas difícil con imposible, tampoco compromiso con obligación. Para encontrar el punto de equilibrio en el que te sientas cómoda y feliz, vas a necesitar trabajar todos los aspectos de tu vida, tanto a nivel personal como profesional y quedarte solo con lo imprescindible. Tomar este tipo de decisiones no es fácil, a veces te sentirás sola, pero eres tú la que decides hasta dónde estás dispuesta a llegar y en qué condiciones.
Tú eres la protagonista de tu vida
Desde enero de 2013, fecha en la que creé este blog, mi vida ha cambiado mucho, podría decirse que ha dado un giro radical de 360º y puedo decir con la cabeza bien alta, que me siento orgullosa y muy satisfecha de lo que he conseguido.
Mis objetivos cambiaron, mis clientes y lectores cambiaron, mis prioridades cambiaron… Pero es que, en realidad, eso es lo bonito de crear un negocio con alma, una marca con la que te sientas identificada en cada una de las etapas de tu crecimiento y sea capaz de evolucionar contigo, crecer juntas y seguir siendo tú.
Jamás aconsejaré a nadie que se lance a lo loco a la consecución de sus sueños porque yo no lo hice. No soy una de esas emprendedoras que tuvo un sueño y lo dejó todo para hacerlo realidad. Tengo los pies sobre tierra firme, aunque es cierto que la cabeza la mantengo en las nubes porque es lo que me hace sentir viva.
Y es que para encontrar ese punto de equilibrio del que llevamos hablando desde el inicio de esta entrada, no solo vas a tener que trabajar duro, comprometerte al 100% con tu idea y aprender a diferenciar lo urgente de lo importante y prescindible, sino que tendrás que aprender a valorarte, aceptarte, entenderte y conectar con la mejor versión de ti misma, esa capaz de comunicar tu mensaje de forma clara, transparente y real a tu audiencia.
Porque tú eres tu marca, tu idea, tu misión, la protagonista de tu vida. Y si quieres, puedo acompañarte durante este proceso transformador que marcará un antes y un después en tu experiencia personal y profesional. Yo también he empezado de cero, yo también me he equivocado, yo también he dudado y sentido miedo. Pero nunca me he rendido ni he tirado la toalla porque mi objetivo final era más importante que todas mis debilidades juntas
.
Cursos recomendados:
Diseñadora de webs con alma en wordpress, mentora y formadora de emprendedoras comprometidas que desean crear un negocio online único y auténtico, conectado con ellas, encontrando el equilibrio en todas las áreas de su vida.
Felicidades Celia. Hermosa familia! Me gustaron mucho los consejos. besos!
¡Hola, Ana!
Muchas gracias, me alegro mucho de que te hayan sido útiles 😉
¡Besos y feliz puente!
Hola Celia. Yo aprendí en la vida que nunca hay que quedarse con el "que hubiera sido de mi si hubiera hecho…"Me lanzo a por ello y así lo compruebo en mis propias carnes. También es verdad que he hecho ya tantas cosas en mi vida que ahora me cuesta más arrancarme, pero aún así, no desisto.
¡Esa es la actitud, Giselle!
Lo único que de verdad no se consigue, es aquello que no se intenta 😉
Y de cada error, siempre aprendemos algo positivo que nos sirve para hacerlo mejor la próxima vez 🙂
¡Muchas gracias por compartir tu experiencia!
Excelente Celia, muy identificada contigo, estoy pasando por el mismo proceso pero apenas empiezo. Dios te bendiga. En verdad que hay mucho valor aportado.
Gracias y saludos.
Pues tranquila y poco a poco, encuentra tu ritmo, el que te haga sentir cómoda y productiva, sin renunciar a esos momentos importantes para ti.
Es complicado al principio, pero cuándo lo encuentras… ¡todo fluye!
¡Ánimo y gracias a ti!