Sí, yo vi el vestido de Cristina Pedroche el día de Nochevieja.
Después de tantos meses creando expectación, era imposible no sentir curiosidad por el nuevo modelito de la presentadora madrileña que tanta simpatía levanta entre los espectadores de La Sexta.
Pero lo cierto es que el vestido fue lo de menos. Podría haberse puesto lo que le hubiera dado la gana pero… la audiencia manda y los medios de comunicación demostraron, una vez más, que la carne vende. Y si es de mujer más.
Hubo quién criticó su vestido. A mí no me gustó nada, pero ese no era el objetivo. No creo que Antena 3 buscase que pusiéramos la tele para ver un vestido, fuese como fuese.
El objetivo era despertar la suficiente curiosidad en torno al evento como para dar que hablar y que todos pusiéramos Antena 3, aunque fuese solo un ratito.
Sí, dar que hablar. Porque en España somos así, ponemos la tele para ver cómo le va la vida al vecino y opinar sobre cada detalle aunque no nos afecte en nada.
Y esto, amiga mía, es marketing. Del de toda la vida. No es ninguna novedad, no es nada transgresor, no es símbolo de libertad…
ATENCIÓN – INTERÉS – DESEO – ACCIÓN
Exacto: la fórmula AIDA del marketing clásico.
Pero vamos a analizarlo más despacito para ver si se cumplen los 4 puntos ¿te parece?
La fórmula AIDA en los medios de comunicación
- ATENCIÓN: ¿Cómo se capta la atención? Muy sencillo. Creando un vínculo con quién nos observa. Un vínculo basado en sentimientos o emociones. Un lazo que les haga prestarnos atención durante el tiempo suficiente para escuchar lo que tenemos que decir.
Nuestra atención la captan repitiendo hasta la saciedad que el vestido de las Campanadas es un secreto, que nadie lo ha visto y nos va a sorprender…
- INTERÉS: El objetivo al llamar la atención, es despertar el interés de nuestro interlocutor. Ya hemos logrado que nos tenga en cuenta, ahora hay que enviarle nuestra propuesta.
El interés se despierta con una oferta lo suficientemente atractiva como para que elijamos poner esa cadena y no otra.
Pregonar a diestro y siniestro que ese vestido será único, impactante y pondrá de relieve su libertad para vestir como le de la gana en contra de las críticas recibidas en las pasadas Campanadas, creo que es una propuesta muy clara.
- DESEO: Las emociones nos mueven y nos dominan, nos llevan a actuar por impulsos y tomar decisiones que, tal vez, no hemos pensado fríamente. Una buena propuesta de valor, capaz de llamar nuestra atención y despertar nuestro interés, nos hace sentir un irresistible deseo de saber más.
Y pondremos la tele ese día para ver el resultado y comprobar si de verdad es tan atrevido y transgresor como nos han hecho creer. Porque somos así, nos encanta estar a la última en estos temas para tener tema de conversación los siguientes días y poder opinar.
- ACCIÓN: Y llegamos al punto final de la cadena. Estamos en el epicentro de la estrategia de marketing para captar audiencia de los medios de comunicación.
Llega el día señalado, ponemos la tele y observamos.
Y lo que vemos, puede gustarnos o no, pero hemos seguido el ciclo, somos un numerito dentro de las estadísticas para comprobar qué cadena ha tenido el pico más alto.
En base a esos resultados, el año que viene seguirán con la misma estrategia de marketing o pivotarán.
¿O todavía crees que los medios de comunicación no están manipulados ni una pizquita con el objetivo de hacernos pensar y hacer lo que ellos quieren?
La respuesta de la sociedad a las técnicas de marketing provocativas
Hay quién se queda en la superficie y piensa que quién criticó ese vestido, lo hizo por simple envidia.
Hay quién pensó que quién se reveló a las tácticas utilizadas por las televisiones, lo hizo por ser una antigua.
Y también hubo quién pensó que esto de que utilicen la desgastada pareja de mujer guapa ligera de ropa con señor poco agraciado y bien abrigado, ya aburre… Es lo mismo de siempre y de transgresor y rompedor tiene bien poco.
Las redes sociales se han llenado estos días de mensajes sobre el polémico vestido de Cristina Pedroche, haciendo justo lo que la cadena buscaba: hablar, bien o mal, pero hablar del tema. Preparar el terreno para el año que viene y empezar a captar audiencia desde ya.
Y es que la provocación y el sexo, en marketing, venden. De eso no cabe duda. Despierta los instintos más primarios de la sociedad.
Hay quién dice que le es indiferente lo que se ponga, que le da igual mientras lo haga libremente… Pero si pensamos en la cadena de televisión como empresa que quiere ganar audiencia y utiliza una estrategia de marketing tan clásica, sería arriesgado y de «tontos» dejar el mensaje principal, su propuesta de valor para ganar audiencia, sin revisar y controlar.
¿En serio hay quién piensa que llevamos los últimos meses de 2016 oyendo y leyendo sobre cómo será el nuevo vestido de Cristina Pedroche y que la empresa va a dejar que su prestigio y éxito dependa de la elección personal de una presentadora? Por muy maja, simpática, guapa y agradable que sea.
Si de verdad confiasen tanto en ella como para arriesgarse hasta ese extremo… ¿no sería más convincente hacerla socia, accionista, jefaza de la cadena? Y darle potestad para hacer y deshacer a su antojo con total libertad. Pero no, es una trabajadora más y como tal, acata unas normas autoimpuestas por el bien de la empresa. Cosa lógica ¿no crees?
Por otra parte, ella proclama su libertad, cosa que me parece estupenda. Yo no vi ninguna pistola apuntando a su cabeza para vestirse así. Pero ¿qué entendemos por libertad?
Porque yo, cuándo hago algo libremente, es persiguiendo un objetivo propio dónde nadie más decide ni opina. Cuándo eres una trabajadora más y vas a realizar un trabajo de ese calibre… ¿hasta qué punto lo haces porque quieres tú o porque sabes qué es lo que esperan de ti y por lo que te pagan?
¿Hasta qué punto tu libertad de elegir en un acto tan importante para las diferentes televisiones no entra dentro de una campaña de marketing para captar audiencia cuidadosamente elaborada?
Yo veo una fuerte campaña de marketing detrás, se cumple cada paso y el éxito final ha sido sonado. Se sigue hablando de ella y del famoso vestido. Además de soltar ya frasecitas sobre cómo será el año que viene y la ilusión que le haría volver a presentar las Campanadas.
No sé tú, pero a mí no me gustó nada esa imagen. Esperaba algo transgresor de verdad: una mujer valiente vestida para una noche de diciembre y no una mujer siguiendo una campaña que nos denigra a todas como mujeres…
Pero al margen de mi opinión, lo que importa es el impacto que tuvo en la sociedad. Cambiar de canal era más de lo mismo: chica guapa – hombre normalito. Lo mismo de siempre, con diferentes colores y tejidos, pero nada distinto o destacable.
Nada nuevo, lo mismo de siempre. Una falsa libertad de elección camuflada bajo una estrategia de marketing provocativa. Porque, repito, el sexo en marketing vende. Y mucho.
¿Todavía piensas que en un evento tan esperado, dónde las diferentes cadenas compiten por tener más audiencia que la de al lado, los presentadores son algo más que simples marionetas cumpliendo órdenes?
Es todo marketing, querida, marketing puro y duro, en toda su esencia.
Y lo que a mí me preocupa es que se sigan utilizando estrategias de marketing dónde es la mujer la que despierta el deseo mientras el hombre va tan abrigadito y feliz porque con su inteligencia y profesionalidad es suficiente para gustar.
¿Hasta qué punto somos las mujeres herramientas para conseguir objetivos?
¿Cuánta ropa tenemos que quitarnos para tener éxito en las diferentes tácticas que utilizan las grandes empresas para tener éxito?
¿De verdad somos libres o solo creemos que lo somos porque nos sentimos especiales cuándo nos eligen para representar un papel importante dentro de la empresa a la que servimos?
Mi opinión al respecto y encuesta real
Creo que mi opinión la he dejado entreveer en cada uno de mis razonamientos y reflexiones.
Estoy aburrida ya de este binomio repetido hasta la saciedad… pero he de reconocer que funciona. Incluso muchas de nosotras lo vemos como algo normal… pocas somos las que nos atrevemos a opinar, ya sea a favor o en contra.
A los pocos días de las famosas Campanadas de Antena 3 expuse mi opinión en mi perfil personal. Sí, soy muy radical. Tanto en política como en temas de protección animal y feministas. Y se abrió un debate de lo más enriquecedor dónde cada uno de los participantes defendimos nuestro punto de vista.
Pero esos datos no son los que voy a compartir contigo, ya que forman parte de mi vida personal. Lo que voy a mostrarte son los resultados a una sencilla encuesta que lancé en EmprendeLove, mi grupo de emprendedoras soñadoras en facebook, al que puedes unirte desde el final de ESTA PÁGINA.
Participaron un total de 130 mujeres emprendedoras de las más de 3000 que están dentro de EmprendeLove.
57 de ellas compartieron la idea de que les era indiferente lo que hiciera.
54 se sentían indignadas aunque 49 de ellas añadieron el matiz de que respetaban su decisión.
10 pensaban que «¡Olé ella que puede!»
Y 9 se repartieron en otras opciones que añadieron con posterioridad: ridículo (centrándose en el vestido) y no la vi (¡esto si es un olé por ellas).
Ahí tienes los datos, puedes sacar tus propias conclusiones, pero permite que te cuente las mías. Recuerda que te comenté que soy muy radical, así que ten en cuenta que pienses lo que pienses, esto no es un ataque hacia tus ideas, sino mi opinión personal ¿de acuerdo?
- Yo escogí la opción de me siento indignada, es más de lo mismo, porque para nada pienso que ella decidiera vestir así porque sí.
No la veo ir a comprar el pan en bikini en pleno enero. Es decir, que no creo que sea su estilo vestir así… tampoco la conozco personalmente, pero he leído que se casó en su casa en vaqueros, cómodamente y sin grandes fiestas… ¿a qué viene entonces el show de nochevieja? ¿Era más importante esa noche que su boda? Y de ser así… ¿para quién era más importante? ¿para ella o para la cadena?
Ella misma comentó que se considera más una princesa sport que una princesa Disney. Si no me crees, puedes ver sus declaraciones AQUÍ. Y si esto es cierto… ¿que la hizo cambiar de opinión para las Campanadas? Me sigue oliendo a marketing…
- No añadí la coletilla de respeto su decisión por lo que te comento, dudo mucho que fuera una elección 100% personal y subjetiva. Creo, más bien, que se ciñó a lo que la cadena esperaba de ella en un evento de tal magnitud. Y sí, puede que ella opinara y decidiera sobre el vestido, pero con unos objetivos impuestos por la cadena para ganar audiencia.
Lo que si respeto completamente e incluso comparto es su decisión de casarse de forma íntima y vestida cómodamente. Puede hacer lo que le de la real gana, sobre todo en su vida personal. ¡Faltaría más! Pero la diferencia es esa: vida personal y profesional.
- ¡Olé ella que puede! Esta opción me parece… muy triste. Y antes de que me comas con patatas, te cuento por qué. ¿Es que tú no puedes? ¿Por qué? ¿Por qué sientes que no cumples los cánones de belleza que nos impone la sociedad? ¿Porque te daría vergüenza participar en una campaña de marketing dónde tu cuerpo sea el protagonista? ¿Porque te morirías de frío en bañador asomada a un balcón el 31 de diciembre?
Si quieres hacerlo, puedes. Ella no es más que tú. Nadie es más que tú. Puedes hacer lo que te venga en gana, siempre que sea lo que tú quieres hacer y nadie te lo imponga.
- Indiferencia: la opción más votada. Y bueno, en cierto modo me parece estupendo saber que a más de la mitad de las mujeres emprendedoras con las que comparto mi vida 2.0. no les afectan estas campañas de marketing.
Pero, desde mi radicalismo, ese que te he avisado ya un par de veces para que no te coja por sorpresa, creo que deberíamos unirnos todas y luchar para que los medios de comunicación dejen de tratarnos como simples objetos / adornos para ganar audiencia.
Esta vez ha sido Cristina y cada una de las presentadoras de las Campanadas, pero mañana puede ser una de nuestras hijas. A mí no me dejaría indiferente saber que están tratando a mi hija (de momento no tengo niñas, pero sí primas) como un trozo de carne para ganar unos euros más que la competencia.
Esto, en términos feministas, se llama sororidad. Seguro que lo has oído alguna vez: lo que le hacen a una, nos lo hacen a todas.
Estoy en contra de la cosificación de la mujer en televisión. Sí, también del hombre, pero se da más con las mujeres y no es nada nuevo.
Me entristece ver que [piopialo]las mujeres somos una táctica más para ganar audiencia[/piopialo], que prima más un físico espectacular que las habilidades o capacidades intelectuales y profesionales que puedas tener. Y todo por dinero, por ganar prestigio, por ser más que la cadena vecina.
Llámame exagerada, no me importa, pero este marketing sexista y anticuado me aburre y entristece a partes iguales. ¿Dónde quedan las emociones, la conexión, la empatía? Porque a mí me dio pena ver a la pobre chiquilla en pleno enero de esa guisa con su acompañante abrigado hasta las cejas…
El concepto libertad de elección está sobrevalorado, sobre todo si no hablamos del día a día de la vida personal de alguien. Porque aquí no se levantaron ampollas por lo que ella haga en su casa, es libre de hacer y decidir lo que quiera, sino de la manipulación mediática, de la táctica de marketing utilizada para esa noche, de la guerra entre las cadenas de televisión para ser más vistas, del papel asignado a la mujer en los medios…
Y desde mi punto de vista, [piopialo]bajo esta estrategia de marketing sexista poca libertad de elección real hay[/piopialo].
Pero, como siempre, este es mi punto de vista, mi opinión personal. No conozco en persona al jefazo de Antena 3 ni al equipo encargado del área de marketing de la cadena. Solo opino de lo que veo y analizo, saco conclusiones desde mi perspectiva y las comparto contigo.
Por eso, me encantaría conocer tu opinión personal/profesional sobre este tema y abrir un debate sano y respetuoso sobre lo que acabo de exponerte. Cuéntame:
¿Te dejó indiferente? ¿Te sentiste indignada? ¿Crees que fue una elección 100% personal? ¿Piensas que el papel de la mujer en los medios de comunicación debería actualizarse? ¿O te da igual todo y solo me has leído porque tenías un ratito libre a ver con qué nuevas historias te vengo? 😉
Diseñadora de webs con alma en wordpress, mentora y formadora de emprendedoras comprometidas que desean crear un negocio online único y auténtico, conectado con ellas, encontrando el equilibrio en todas las áreas de su vida.
Hola Celia, abro el ordenador y me aparece una «notita» por aquí que capta mi atención y allá que voy a leer tu post. Qué bien lo haces!
Sobre el tema que planteas, da mucho de sí. Para empezar te diré que también vi unos minutos a Cristina porque me pica la curiosidad. No me gusta para nada, lo dejo claro ya, que nos utilicen para vender, porque al fin y al cabo es eso. Pero si que es cierto que es algo que han hecho durante muuucho tiempo, que ya muchas veces ni nos lo cuestionamos.
¿Por qué lo hacen? tu lo has dicho, porque funciona. ¿Por qué funciona? porque la sociedad en la que vivimos todavía está impregnada de esta visión de la mujer (objeto de deseo). Es cosificar a una persona y da igual que sea mujer u hombre, que también lo hacen como si fuera más igualitario, pero al final es lo mismo.
Cambiar esta actitud, esta manera de hacer, no es cosa de dos días, ni de 20 años. Está tan arraigado!! Lo hemos mamado, tiene que ver con qué visión, creencias tenemos del mundo, del papel del hombre y la mujer, etc, etc y al final con cuales son los Valores que defendemos, muchas veces sin ser muy conscientes.
Así y para no enrollarme más, creo que a todas las que nos revele, nos queda camino por hacer y desde mi punto de vista ese camino pasa primero y en mi caso por estar atenta y no dejarme arrastrar por la indiferencia, por el ya estoy cansada de gastar energía, y segundo por crear conciencia en nuestro entorno más cercano.
Y yo sí tengo una niña de 10 años (guapa, inteligente, simpática) ¡aprovecho para presumir! y no quiero que la utilicen y hay una parte que depende de mí, que es educarla con el ejemplo en los Valores que creo deben prevalecer y en este caso uno de ellos sería la Autoestima. Para que cuando sea adulta pueda elegir con total libertad, pero será su libertad y su elección, igual no coincide con la mía. Para eso también me tengo que preparar.
Por lo que respeta a Cristina, me pregunto si precisamente porque ella no se viste así, el vestirse de esa manera delante de las cámaras no es como un reto, un me atrevo con lo que me echen, un yo puedo….
Perdona, que me haya extendido pero el tema me mueve. Un abrazo
¡Hola, Montse!
Pues sí, está muy arraigado y va a costar mucho dejar ese binomio atrás… mujer bonita y desvalida junto al príncipe azul que no tiene porqué ser guapo para demostrar su inteligencia…
Espero que nuestros nietos, ya no digo hijos, vean un mundo diferente… Pero bueno, estos cambios tan profundos no pueden forzarse. Conseguirlo en dos días es una utopía y desgasta mucho.
Respecto a lo que comentas de Cristina… puede ser que lo viera como un reto… pero es que ese reto es de lo más normal en televisión. Es decir, que no hizo nada nuevo y atrevido a ojos de la audiencia… estamos acostumbrados a ver esas cosas 🙂
¡Besos y gracias por compartir tu opinión! :*
Hola, suscribo todo lo que dices es increíble que siendo un país en el que el marketing esta tan desarrollado seamos tan ingenuos de decir que es que lo hace porque ella quiere, que es transgresora, nada de eso… en tele cinco la otra igual.. seguro que si hubiera tenido una 44 no la dejaban vestir así, que es muy moderno y que representa la libertad de elección pues entonces en los 60 por tener películas de destape… tenían una libertad que pa qué… que los que estamos en contra de que salga así es porque estamos en contra de la libertad y somos unas féminazi amargadas. Este es un recurso que ya me tiene harta en los foros de Facebook ya la gente se limita a ridiculizar a los demás en lugar de construir argumentos aunque no entienda ni lo que estás diciendo. Esta muy bien lo que has dicho, como sino pudiera ir así cualquiera… lo que pasa es que sino tuviera ese cuerpo obviamente no la habrían sacado, sacar ese bañador con tul es hacer que la gente se fije en tu cuerpo más que en lo que tienes que decir. Sacar ese bañador es aceptar el rol de objeto, y aceptar ese rol nos afecta a todas,… con el trabajo que nos cuesta a todas hacernos respetar igual que un hombre…. es seguir cosificando a la mujer… y cuando un ser humano se convierte en cosa se le puede hacer de todo, sobre todo en una sociedad donde se pisa l más débil y los demás aplauden. Por último diría a Cristina si tan moderna se cree por salir de esta guisa que suba un par de tallas el año que viene aver si la ponen un bikini, y si cree que la sociedad es tan liberal que salga con su vestido por la calle aver que reacciones masculinas encuentra. Todo esto lo digo sin verlo, solo h3 visto las fotos… pero es que es más de lo mismo como tu dices esto no es transgresor esto es ms antiguo que el tbo Un saludo
¡Hola, Salvi!
Con la referencia a las películas del destape ¡has dado en el clavo!
Parece que la libertad de la mujer es solo poder enseñar cuánta más carne mejor y que eso es lo transgresor y novedoso… cuándo se lleva viendo desde hace muchísimo tiempo en las películas y medios de comunicación en general.
Desde mi punto de vista, no deja de ser una idea machista. La mujer es libre para desnudarse ¡ale! Cuánto hemos avanzado jajaja
Pero bueno, espero que poco a poco las cosas cambien y se valoren las aptitudes y habilidades, no solo la apariencia, en las profesionales de cualquier ámbito. Que parece que si no eres guapa y estás dispuesta a quitarte ropa, no vendes.
¡Gracias por comentar! Un abrazo 🙂
Hola Celia! Me ha gustado tu forma de verlo y me has abierto otras alternativas de pensamiento en las que no había caído. Me has dado que pensar…y replantearme mi forma de verlo
Una cosa sólo en la que no estoy tan de acuerdo, vale que es una trabajadora y acata órdenes pero si tan mal se sintiera se negaría a hacerlo, otra cosa es que no lo vea ella igual
¡Hola, Ester!
Claro, si yo a ella no la culpo de nada. Eso jamás. Ella es libre de hacer y vestir como le de la gana. Y seguro que es cierto que hizo lo que le dio la gana…
Pero anunciarlo como algo transgresor y novedoso cuándo es lo que se lleva haciendo desde hace años… pues como que no jajaja
Pero bueno, poco a poco 😉
¡Besos y gracias por comentar!
Hola guapa!!
Un artículo sin duda con muchas posibilidades de levantar ampollas y hacer doler allí donde se supone tenemos nuestros principios. Olé tus hue…
Ahora hablando en serio. Creo que tu análisis es muy acertado desde el punto del vista del marketing. Simplemente todo fue un teatrillo diseñado para generar dinero (porque tú y yo sabemos muy bien,, que aunque veamos unos minutos de tele, estamos generándole ingresos a esa empresa) . Es así de simple. Fue una estrategia de marketing puro y duro. Podrá parecer buen o mal marketing, pero es sólo eso, una forma de vender.
Ahora bien, al margen de esto, yo lo único que me quedo pensando, es si sabiendo esto y siendo plenamente conscientes de como funciona el mundo. ¿Vamos a seguir permitiéndolo?
Y ya no hablo de usar a una mujer. Existen muchos otros casos, donde el hombre es el objeto. No hablo de usar un sexo en particular para vender,, sino del hecho de denigrar y usar «carne» para vender.
En fin, creo que queda mucho por mejorar como sociedad. Somos unos niños grandes con mucha falta de madurez social. Mientras tanto aquí estamos, sentando las bases para la futura campaña de marketing de las campanadas del 2017. 🙁
¡Hola, guapa!
Has dado en el clavo… ¿vamos a seguir permitiéndolo?
Pues me temo que a corto plazo sí… resulta más cómodo pensar que la mujer bonita que sale ligera de ropa lo hace porque es libre de enseñar su cuerpo cuándo le apetezca que pensar que lo hace porque es lo que le imponen los jefes si quiere seguir en su puesto de trabajo.
Me encantaría ver a las presentadoras de ese tipo de programas y galas vestidas de verdad como le apetece sin que se cuestione su profesionalidad… pero parece que queda mucho por andar para conseguirlo.
Y sí, aquí estamos… ¡que ya dijo que le encantaría sorprendernos también el año que viene si la vuelven a elegir para dar las campanadas! XD
¡Gracias por pasarte! Beso :*
Me ha encantado el artículo. Yo creo que es demasiado ingenuo pensar que una cadena de televisión no tiene una estrategia de marketing bien marcada y que en esa estrategia de marketing se contempla hasta los estilismos de quien da la cara en pantalla. Negar eso es vivir de espaldas al mundo.
Obviamente las personas que trabajan delante de la cámara no están obligadas a punta de pistola a vestirse de una determinada manera, pero eso no quiere decir que no sepan que determinadas decisiones supondrán un problema para el desarrollo de sus carreras.
Comparto al 100% tu oponión personal, y además me entristece un poco que hayas tenido que avisar en varias ocasiones que eres radical en este tema. Todavía parece que tenemos que pedir perdón antes de empezar a hablar de feminismo y cuestiones de género, como si supiéramos que por decir determinadas cosas nos fueran a caer palos por todos lados.
El papel de la mujer en los medios de comunicación es penoso. Independientemente de su capacidad profesional, que ni se me ocurre ponerla en duda, son siempre mujeres atractivas y jóvenes. Se ve diversidad en los hombres: vemos hombres más jóvenes, más maduros, gordos, flacos, feos, guapos. Pensemos en el programa zapeando: Ellos son todos tirando a feos, ellas son todas guapas, a excepción de Llum Barrera que no tiene un físico tan normativo.
Pues yo quiero ver mujeres gordas en la tele, mujeres feas como chicote, mujeres con canas, mujeres maduras.
Y al hilo de lo que comenta la compañera Arianna de que hay muchos otros casos en que el objeto es el hombre, diría que eso serán casos anecdóticos, porque la codificación de la mujer en la cultura audiovisual, en la ficción y en la sociedad es un hecho. Se nos cria para gustar, se nos enseña a que tenemos que preocuparnos por estar guapas, se nos empieza a acosar por la calle desde los 10 años, teniendo que escuchar y ver cosas que una niña no tendría que escuchar ni ver, se nos mete mano, nos violan a nosotras, nos violan todos los días y todavía la sociedad culpa a la víctima por la falda, el es escote, el alcohol, por ir sola de noche, etc… y todo esoes por una cosa: Se nos sigue viendo como objeto de deseo del hombre. Yo te animo a que te pongas las gafas violetas, ¿como se hace eso? Pues ante cualquier situación, imagínatela con los generos al contrario, por ejemplo en el tema campanadas. Imagina que se pasan hablando meses sobre la ropa que se pondrá un presentador buenorro, que se presenta el día y el hombre está allí pasando frío y enseñando carne mientras hace el papel de tonto, mientras a su lado una señora gorda y fea tapada hasta el cuello transmite seguridad con el prestigio que le dan sus logros profesionales. ¿No te parece que sería una situación muy extraña?
¡Hola, Nisamar!
No sé si viste la imagen que compartí en facebook dónde salía un montaje de Chicote con un tanga estrellado… jajajaja ¿cómo se veía? Ridículo para una noche de diciembre en una gala de televisión.
¿Por qué en él se veía ridículo y en ella no?
Creo que en tu comentario queda bien claro… Nos queda mucho por avanzar para ser considerados como iguales ante cualquier situación.
Yo no dudo de que ella sea capaz de mucho más… por eso me da tanta rabia que se conforme con asumir el mismo papel que la gran parte de las presentadoras de televisión.
Veremos si cuándo tenga 60 años sigue ahí, como la Campos, por ejemplo, o la han jubilado por haber explotado su físico en vez de su inteligencia. Aún está a tiempo… pero es decisión suya.
¡Muchas gracias por compartir tu opinión! Un besito :*
¡Hola, Celia! Paseando por tu web he visto este post que ha captado mi atención, sobre todo por la valentía que tienes para hablar de un tema con el que mucha gente se muestra contraria. Si te digo la verdad de marketing sé muy muy poquito, pero se dejo claro que la carne no era para otra cosa que para atraer al espectador, sin embargo me ha encantado el análisis que has hecho del «espectáculo» del que también intentaron sacar chicha en el Hormiguero.
P.D: Se ve que sabes redactar, has dejado tu opinión para el final y era lo que más me intrigaba haha 🙂